PRISA también juega

El grupo PRISA fue en sus comienzos una bandera de libertad, ahora, sea por las deudas, los cambios de capital o cualquier otra razón, se ha convertido en el mayor centro de manipulación de la prensa española, superando a los tradicionales medios amarillos.

Unas veces actúa directamente desde la opinión editorial, otras orientando a sus colaboradores y tertulianos habituales en el sentido  que le interesa y otras, administrando a su conveniencia las informaciones que recibe de cualquier fuente.

En materia política, PRISA parece haber decidido intervenir directamente en la posición de los partidos de izquierda.

Los editoriales atacando de forma directa y descarada a Pedro Sánchez no tienen nada que envidiar a la prensa más amarilla. Una vez conseguido el objetivo de su cese, sigue manipulando en el mismo sentido, por ejemplo, es difícil encontrar en el diario El Pais o en la cadena SER alguna referencia las decenas de miles de firmas que socialistas indignados estamos recogiendo para pedir la celebración inmediata  de un congreso extraordinario; no es tan poco fácil encontrar algún comentario crítico a las trapacerias que la gestora está haciendo  continuamente; y, por supuesto, la entrevista que Jordi Evole hizo a Pedro Sánchez casi no se mencionó ni en el País ni en la SER.

Los dueños de El País han decidido que el PSOE debe dejar gobernar al PP, y el rigor informativo y la ética periodística son temas de menor importancia. 

Pero el PSOE no es le único objetivo político de este poder fáctico, con animo de gobernar sin presentarse a las elecciones, Podemos también está en su punto de mira.

Ramon Espinar, senador de Podemos e hijo de un antiguo militante socialista que esta siendo juzgado por el caso de las tarjetas black, compró, siendo estudiante, un piso de protección para jóvenes sin pasar por el sorteo, es decir a dedo de la promotora, seguramente por influencia paterna. Su familia le pagó la entrada y como, por la razón que sea, no le pagaron también las cuotas hipotecarias, decide venderlo embolsándose de paso 30.000 € de plusuvalias "legales", en una típica operación propia de un niño bien de la casta.

El Pais se entera, seguramente como fruto de intensas investigaciones, es decir alguien se lo chiva, de esta historia negra de uno de los jóvenes valores podemitas y decide sacarla  a la luz,en el momento oportuno, cuando R. Espinar concurre como candidato del sector más radical, a la S.G. de Podemos Madrid.

Esta maniobra indigna a los podemitas, que protestan con grandes aspavientos de la oportunidad de la noticia, en lo que no les falta razón pero, como en otras ocasiones, la operación inmobiliaria de Espinar, no les parece nada mal. Por mucho que critican a la casta, algunos de ellos se han beneficiado de estos privilegios con total naturalidad.

En definitiva,  otra contradicción de Podemos, que vuelven a aplicar la Ley el embudo y una manipulación que ya va siendo el pan de cada día, del antiguo diario progresista de nuestro país.