sábado, 24 de septiembre de 2016

El discurso del Rey

Como ha confesado algún insigne padre de la constitución, en 1978, para evitar "borboneos" como los que practicaba Alfonso XIII, se otorgó a la monarquía un papel de guinda del pastel que adorna mucho pero aporta muy poco.

No siempre tuvo el Rey ese papel, al principio de la época constitucional, en el caso del golpe militar del 23 F, el Rey jugo un papel relevante para frenar el golpe.

Pero el Rey Felipe no ha tenido necesidad hasta ahora, afortunadamente, de ser más que un complemento ornamental, papel que desempeña muy bien pues tiene buena planta, don de gentes y habla idiomas.

La utilización del Rey como embajador extraordinario en instituciones internacionales para decir discursos genéricos que, habitualmente, aportan muy poco pero lucen mucho, es una practica muy extendida que normalmente no incordia pues se admite como parte del guion.

Sin embargo el gobierno, que es quien escribe los discursos reales o el propio monarca, que alguna capacidad de opinión tendrá, deberían cuidarse de evitar decir cosas que puedan ofender a los ciudadanos.

En la reciente cumbre de  refugiados de la ONU, el Rey dio en su discurso una teórica sobre la solidaridad con los refugiados, indicando que España siempre había sido un país solidario.

Dado el lamentable papel que hemos tenido en la actual crisis de los refugiados en la que el gobierno, y por tanto España como país, ha tenido un papel lamentable, a la cola de la falta de solidaridad, esta afirmación real está totalmente fuera de lugar por ser totalmente falsa. Muchos ciudadanos españoles, que lamentamos profundamente esta actitud del gobierno, hubiéramos deseado que el Rey hubiera hecho una autocrítica de nuestra actitud y manifestado un cierto "propósito de enmienda". A falta de autocrítica, el Rey podría haberse limitado al bla, bla, bla genérico habitual, sin colgarse ninguna medalla solidaria que, como Estado, no nos hemos ganado.

Un poco de respeto a los ciudadanos, Majestad.

martes, 6 de septiembre de 2016

Uno de los nuestros

La familia es un valor fundamental en la sociedad y los miembros de una familia tienden a protegerse entre si. Cuando un miembro de la familia se encuentra en dificultades, la familia colabora para ayudarle a salir del trance.

Este sentimiento familiar se extiende también  a los miembros de un mismo grupo social, amigos, vecinos del mismo pueblo o, .... miembros de un mismo partido.

El, en principio, noble sentimiento de solidaridad familiar, adquiere un carácter patológico cuando se lleva a unos extremos absolutos y el favor al pariente se pone por encima de todas las cosas. El principio mafioso de protección total cuando se trata de "uno de los nuestros", se aplica  algunas veces en otros ámbitos distintos a la cosa nostra siciliana.

La consideración patrimonial del estado que ha tenido el PP en los últimos años le ha permitido  "premiar" con toda impunidad a algunos de los suyos con brillantes puestos de representación institucional. Al caso hace pocos meses del ministro Wert, nombrado embajador en la OCDE con casa y novia incluida en Paris, se suma ahora el intento de nombramiento del ministro Soria como director del Banco Mundial apoyándose en su condición de funcionario y disfrazando el asunto como un nombramiento obtenido por un supuesto concurso de méritos que nunca existió.

Afortunadamente la fuerte presión política, incluyendo a algunos dirigentes del PP, y pública, en pocos días se han recogido 300.000 firmas  pidiendo el Banco Mundial que  pare el nombramiento,ha impedido que se consumara semejante desafuero.