La recomendación del alcalde de Málaga de utilizar solo 11 litros de agua para ducharse me ha inducido a hacer "un experimento científico", inverso al realizado por tan pintoresco alcalde.
He cogido una jarra de 1 litro, la he puesto bajo la ducha y he medido el tiempo que tardaba en llenarse. El resultado ha sido de unos 15 segundos.
Este dato básico me ha llevado a la conclusión de que el Sr. alcalde se ducha en menos de tres minutos, salvo que utilice un sistema de goteo.
Tan concisa ducha me ha recordado épocas pasadas en las que hubiera firmado disponer de la posibilidad de una ducha de 3 minutos.
Era el verano de 1969 en el CIR nº 4 (Centro de Instrucción de Reclutas), de Alcalá de Henares. En aquella época había escasez de agua por lo que estaba racionada, por ello, la única opción de ducha era una vez por semana; coincidiendo con el día de tiro para sacar el máximo rendimiento, pues las prácticas de tiro se hacían después de comer y en una zona un tanto alejada.
El operativo higiénico-militar era el siguiente:
Este dato básico me ha llevado a la conclusión de que el Sr. alcalde se ducha en menos de tres minutos, salvo que utilice un sistema de goteo.
Tan concisa ducha me ha recordado épocas pasadas en las que hubiera firmado disponer de la posibilidad de una ducha de 3 minutos.
Era el verano de 1969 en el CIR nº 4 (Centro de Instrucción de Reclutas), de Alcalá de Henares. En aquella época había escasez de agua por lo que estaba racionada, por ello, la única opción de ducha era una vez por semana; coincidiendo con el día de tiro para sacar el máximo rendimiento, pues las prácticas de tiro se hacían después de comer y en una zona un tanto alejada.
El operativo higiénico-militar era el siguiente:
- A eso de las seis de la tarde, las compañías afectadas formaban con el equipamiento reglamentario. La hora coincidía con la llegada de las visitas de madres y novias, que disfrutaban de tan peculiar parada militar.
- El equipamiento reglamentario consistía en camisa, gorra, UHF y botas.
- El UHF no era un equipo de radio, innecesario para la ducha, era un bañador de lanilla negro con una raya amarilla en los bordes suministrado por el ejercito y conocido por sus siglas operativas UHF (Un Huevo Fuera), pues dada su elasticidad y que las tallas eran muy grandes o muy pequeñas, era imposible colocar el paquete completo en el interior de la prenda.
- De esta guisa y a paso ligero, nos dirigíamos marcialmente hacia las duchas.
- Las duchas consistían en dos filas de chorros uno superior y otro inferior, por las que circulaba la tropa con las piernas abiertas para refrigerar los bajos, durante aproximadamente un minuto.
- Con los cálculos anteriores, y teniendo en cuenta que la ducha era doble, tocaríamos a unos ocho litros por cabeza, quizá algo menos pues la potencia del agua tampoco era excesiva.
La propuesta del alcalde de Málaga nos llega algo tarde, pues hecha en Alcalá hace 45 años, hubiera sido acogida con satisfacción por casi toda la tropa, no por toda pues, a pesar de tan precarias condiciones, había quien se escaqueaba de la ducha. En aquellos años la gente se duchaba poco